Te encuentras cansada, con dolores de espalda que a veces no te dejan pegar ojo en toda la noche.
A lo mejor has empezado a sentir un pequeño dolor molesto en uno de los glúteos que de vez en cuando se irradía a toda la pierna.
¿Se te hinchan los pies y las piernas? ¿retienes más líquido de lo normal? ¿han empezado a aparecer las estrias y la piel de naranja?
Los masajes en el vientre, la zona lumbar o las articulaciones están contraindicados durante el primer trimestre de embarazo. Lo que sí se permite es recibir masajes en los hombros, en la zona cervical, pies o piernas. Se recomienda consultar antes al ginecólogo.
El segundo y tercer trimestres son las mejores épocas para comenzar el masaje prenatal.
La frecuencia ideal es de una vez por semana durante el segundo trimestre y dos veces o más durante el tercer trimestre ¿por qué no lo pruebas?.